lunes, 20 de junio de 2011

Movimiento 15M. Un mes después

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El movimiento 15M arranca de una explosión espontanea que prende rápidamente en un terreno inflamable. El desencanto y la desconfianza de amplios sectores de la "ciudadanía" en sus presuntos representantes políticos que ha sido tolerado por impotencia durante varios decenios se muestra ahora insoportable frente a una crisis económica que, por sus características, pone en grave peligro el modus vivendi de millones de asalariados, autónomos y pequeños comerciantes.

Es precisamente este desprestigio en los partidos políticos y la desconfianza en sus gobiernos los que explicarán y marcarán respectivamente la falta de alternativas y sus contradictorios objetivos. Son pues ellos, los políticos y su "sistema" los culpables de su desgracia. Por un lado comprenden que un Olmo no da peras pero, por otro, incapaces de superar la contradicción no tienen más remedio que pedir peras al Olmo, o en el mejor de los casos, pedir a los propios corruptos, que se abra un proceso de reformas democráticas que devuelva al pueblo su poder soberano en el que se incluye, así de pegote, un cambio en la política económica hacia posiciones más "justas y sociales". (Reforma de la Ley Electoral, de la ILP, Referéndums legislativos con carácter constitutivo, Control del Capital financiero y poner veto a los recortes sociales)

En resumen, se parte de aquello que habría que explicar: La corrupción del sistema democrático es fruto de la corruptora influencia del capital financiero -¡no industrial!- que a su vez es fruto de la avaricia y la codicia de los banqueros..., sólo hay pues que cambiar los malos hábitos por Virtud que es el buen hábito que capacita a la persona para actuar de acuerdo a la recta razón. Hace de su poseedor una buena persona y ya hemos sacado de la chistera la democracia real.

Esta inversión ideológica que consiste en confundir el efecto por causa, y sólo ver causas por aquí y efectos por allá conduce necesariamente a un callejon sin salida. Los partidos politicos, el régimen democratico burgues y sus instituciones son subsceptibles de corromperse, así pues son inservibles... Unicamente hay pues que cambiarlas y, este cambio, debe ser hecho al margen de partidos, de la democracia, y sus instituciones por la movilización pacifica popular. Pues todo el poder emana del pueblo, democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, el gobierno está, entonces, al servicio exclusivo del pueblo sólo hay que pedirlo por favor a esos politicos corruptos que deberán obedecernos. (Lástima que este pueblo no sea otra cosa que la sociedad capitalista compuesta, en esencia y más que nunca, de capitalistas y asalariados)

1 comentario:

  1. La inversión de las cosas, la inversión entre el pensar y el ser, entre el Estado y la Sociedad,entre la conciencia soberana como lo único soberano independientemente de su objeto. Esto es plato de gusto de los ideólogos de la burguesía para explicar y justificar las excelencias de la sociedad del capital al tiempo que se lamentan de los estragos del mismo.

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